El tema del
cyborg ha sido tratado con especial intensidad por los estudios feministas. Si
lo analizamos detenidamente este hecho no deja de ser lógico pues la cuestión
del género empieza a disolverse desde el momento en que un sujeto puede
transformar y esconder su identidad sexual tras una armadura biónica.
En cyborgmundi
las diferencias de género se han diluido casi completamente. Se sigue
identificando claramente lo masculino y lo femenino pero más como un concepto
de libre elección que como algo impuesto obligatoriamente por la naturaleza. Se
da el caso de personas que nacen bajo un género determinado y luego cambian la
apariencia de sus cuerpos para encasillarlos en el género contrario. Incluso
hay individuos que repiten este proceso varias veces a lo largo de sus vida;
pueden nacer como machos, para transformarse en hembras más adelante para
volver a transformarse en machos en otro punto de su vida para volver a ser
hembras más tarde etc…
Por otra parte hay
algunos cyborgs radicales cuyas transformaciones biónicas quitan cualquier
traza de sus cuerpos cibernéticos que les permita ser identificados como hombre
o mujer. Ni falta que hace, este tipo de cyborgs no tienen ningún interés por
definirse como perteneciente a un género u otro, el hecho de ser hombre o mujer
no les aporta ningún beneficio que sea de su interés.
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